Te tumbas en la cama, te arropas, y en el proceso de ello,
se produce una suave brisa a tu alrededor. Una suave brisa que desprende
perfume. Un perfume que te recuerda a él. Esa sensación al tumbarte en la cama
que te recuerda a él. Cierras los ojos, respiras. Lo hueles, lo sientes.
Sonríes.
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